Aquí os traigo otro capítulo de la obra La condena de la realidad. Te recuerdo que antes de leer esta parte debes leer El poder de la hermandad, La carta, La cruel realidad y la decisión, Entrenamiento, El amor de un padre, Dulce venganza y Padre VS Hijo. Será la ultima parte del capítulo ocho, el fin de la historia de Vasiliy y el retorno al presente.
Vasiliy
Pasaron 4 largos años. La economía y el ejército tuvo un crecimiento mejor de lo esperado. Llamé a mi gobierno el vasiliysmo, en honor a las dictaduras del siglo XIX. Me encontraba en mi casa, como siempre, pensando en las antiguas dictaduras y el triunfo de la mía. Conseguí atraer a más gente hacia mi ideología, pero siempre eran militares y decidí expulsar a los soldados menos capacitados para que tuvieran un trabajo normal. La colaboración de todos los trabajadores es necesaria. Aquellos países que nos invadieron, trataron de realizar el proceso de nuevo. España no quería sufrir graves consecuencias, pero pronto las sufrirá igualmente. Lo más importante es eso: Ya estoy preparado para la invasión a España, después de años esperando con gran impaciencia, ha llegado el momento.
28 de Mayo de 2062. Me encuentro en el cuartel, esperando a los cargos mas superiores del ejército con gran impaciencia. Al llegar, comienzo a hablar seriamente, conteniendo los nervios:
Vasiliy: Buenos días señoras y señores. Gracias por venir. Bien, comencemos la reunión. Os he reunido aquí porque ya estoy preparado para invadir España y poner en marcha el plan. El primer mes, iré yo solo hacia España para poder debilitar al ejército y reducirlo. Lucía, la mujer de la que os hablé, me ha conseguido unos pasaportes y luego….
Me quedo con la palabra en la boca pensando que si fuera yo sólo me matarían y que no podría debilitar al ejército. Mas tarde, continuó hablando.
Vasiliy: Diez de los expertos en explosivos que tenemos se vendrán conmigo, con una identidad falsa que Rodrigo les hará, Lucía conseguirá mas pasaportes y me los enviará desde España. A continuación, pasado ese mes, el 80% del ejército comenzará el ataque hacia España, con los mejores equipos y las mejores medicinas. Empezaremos atacando el Norte, una vez que esté suficientemente debilitado, atacaremos al Este, y luego al centro, ya que son las zonas con mas poder de España. Al pasar un tiempo, me iré a la base naval de una ciudad llamada Rota, donde me reuniré con el presidente del gobierno español para matarlo. El problema es que nos llevará unos 7 años para acabar con ellos, aun así confío en todos y en cada uno de mis hombres. La semana que viene iremos los 10 soldados y yo con disfraces e identidades falsas ¿Alguna duda?
Rodrigo: Sí, ¿Por qué no atacamos la zona Oeste y Sur?
La zona Oeste no la atacamos porque firmé un pacto donde prometía no atacar esa zona a cambio de que no intervengan. En cuanto a la zona Sur, la necesito en buen estado porque se encuentra la base de Rota y es muy importante que no dañemos esa zona, porque la base es lo que buscamos principalmente para instalar la nuestra propia, pero dado que está protegida por los estadounidenses, será mas difícil entrar.
Pasó esa semana, y nos reunimos en el cuartel esas 10 personas y yo en el aeropuerto Kiev. Como iba disfrazado, nadie se dio cuenta. Llegamos a Adolfo Suárez. La primera fase del plan, estaba completada, sin duda hice bien en confiar en Lucía, pero aún no me fiaba de que los españoles se olieran algo. En una televisión que había en el aeropuerto, observé en esa tele mi discurso y tras observar la parte en la que dije «Crearé un nuevo colonialismo» pusieron vídeos de gente riéndose de lo que dije, me llamaban loco, idiota, descerebrado. Yo también me reí, para no levantar sospechas mientras pensaba.
Vasiliy: Perfecto, esto es fantástico, así me imagino que bajaran la guardia. Compramos una casa y cuando llegamos, expliqué la segunda parte del plan:
Vasiliy: Bien, ahora que España me toma por un idiota, debéis infiltraros en el ejército español. Permaneced un tiempo y actuad como personas normales. Hagamos como si fuéramos españoles, al tener la lengua española como lengua oficial, paisanos nuestros trabajando aquí y a Lucía como aliada, nos llevará menos tiempo, debéis estar aproximadamente 4 meses. Finalmente, como ordené, se infiltraron y se ganaron una buena reputación. Afortunadamente, no eran conocidos así que tenía mas puntos a mi favor.
Y ya mis muchachos planearon lo siguiente: instalar todo tipo de explosivos en 3 de los 5 cuarteles principales españoles, los cuales se situaban en Madrid, Barcelona y Valencia, los otros dos se encontraban en Galicia y en Sevilla, territorios que prometimos no atacar. Como dije pasaron 4 meses y el tema del colonialismo no se tocó mas en España. Mis hombres me enviaron imágenes de las bombas puestas en el cuartel, y era increíble. El segundo paso del plan estaría completado.
Subordinado de Vasiliy
Perfecto, ya tenemos puesto las bombas en cada rincón de los 3 cuarteles. Tres hombres nos fuimos al de Valencia, otros tres en Barcelona y yo junto con otros 3 aquí en Madrid. Cuando puse la última bomba avisé a los demás para evacuar el cuartel. El ejército estaba entrenando en los simuladores de guerra y era la oportunidad perfecta. Justo cuando íbamos a salir, unos soldados que estaban haciendo guardia nos pararon.
Soldado: ¿Qué hacéis aquí soldados? ¡Arreando! ¡Debéis estar en los simuladores!
Uno de mis compañeros saca de una bolsa unas mascarillas y nos la ponemos. Yo ya me temía lo que haría. No teníamos que armar ningún jaleo, pero el idiota siempre está igual y no había marcha atrás. Coje una bomba de gas somnífero, le dio en el aire y el soldado la recibió directamente en la cara. Antes de que los soldados pudieran hacer algo, se durmieron. Nos pusimos los disfraces y salimos pitando. Vasiliy nos ordenó que al salir de los cuarteles, volviéramos a Ucrania.
Vasiliy
Estaba en un callejón sin el disfraz, ya que por allí no pasaba nadie. Me tenía que reunir con Lucía, que me daría todas las medicinas y vacunas robadas por una buena suma de dinero. Esperé durante 20 minutos y apareció. No llevaba nada, era muy extraño
Lucía: ¿Tendrás lo mío verdad Vasiliy?
Vasiliy: Aquí lo tengo. Para que te fíes dejo que lo cuentes.
Yo no me fiaba, ya que no llevaba nada en sus manos. Cuando terminó de contar cogió la bolsa. Yo enfadado le dije
Vasiliy: ¡¿Que haces maldita?!
Lucía: Se acabaron los negocios, ya tengo lo que necesito y por supuesto yo no te necesito a ti. Sólo quería dinero, la sociedad me da igual, además te voy a dejar un regalito. ¡ATENCIÓN TODOS, VASILIY, EL DICTADOR UCRANIANO ESTÁ AQUI!
Se fue corriendo, yo fui detrás de ella, pero aparecieron varias personas con cuchillos, sartenes, palos de hierro, etc. No me llevó ni 20 segundos acabar con ellos y eran 30 en total, la perdí de vista y se había llevado mi dinero. Bueno dinero, yo también se la jugué a ella, pero con mas razón no podía dejarla viva. Me fui al piso que tenía. Al llegar, recibí una llamada en el móvil. Creí que era uno de mis hombres y lo cogí.
Vasiliy: ¿Qué ocurre?
Alejandro: ¡¡TÚ, HIJO DE PUTA!!
Vasiliy: ¿Quién?
Alejandro: ¡Soy el coronel Alejandro, se que has oído hablar de mi! ¡La explosión que provocasteis en los cuarteles fue inmensa, no se como no ha explotado la ciudad entera. Para que lo sepas, he capturado a tus 10 hombres y los he matado yo mismo. Ahora voy a por ti.
Vasiliy: (risas) Como era de esperarse de alguien como tú.
Alejandro: ¡No me vaciles! Parece que lo del colonialismo iba en serio. Tu y yo zanjaremos esto como hombres en una pelea 1 vs 1.
Vasiliy: Cuando quieras, se decidirá nuestros destinos y los de nuestros países. ¡Estaré listo para morir!
Y colgué. Al día siguiente la guerra comenzó, como ordené al ejército. Tendrían que debilitar primero el Norte de España. Ya no importaba si descubrían mi identidad o no. Fui a Valencia, que como no sería invadida por ahora, sería un lugar donde pudiera pelear con Alejandro. Fui al muelle, todo estaba desierto. no había barcos, ni gente ni nada. Aprovechando eso, coloqué bombas adhesivas por el muelle. 1 hora después, veo a varios soldados españoles dirigiéndose hacia mí. Yo iba preparado ya por si acaso. Uno de los soldados me alcanzó y cuando me iba a disparar, agarré el arma y la desvié hacia los otros soldados, dándoles de lleno a algunos. Al soldado que tenía el arma, le arranqué la cabeza de cuajo, maté a otros dos con una guillotina y al último lo maté con la metralleta del primer soldado que me atacó. Pero, me rodearon varias furgonetas de la policía rodeada de los mismos.
Policía: Vasiliy Jakov, estás arrestado.
Esa tranquilidad con la que lo decía me ponía de los nervios.
Vasiliy: (levantando los brazos) Es la única solución.
Policía: Así que te rindes de forma pacífica. Bien, chicos arrestadlo, tened cuidado.
Vasiliy: (poniéndose de rodillas y con los brazos aun levantados) ¿No te has dado cuenta de lo que tengo?
Pulso el botón y se produce una gran explosión que alcanza a todos los policías y que destruyó el muelle. Logré escapar por poco. A lo lejos veo un hombre con muchas armas, cuerpo musculoso y con uniforme militar.
Vasiliy: (Sonrisa) Sabía que llegarías al fin Alejandro.
Se acerca lo suficiente y nos miramos fijamente y con rostro serio me dijo.
Alejandro: Tú… ¿Qué has hecho a mis hombres?
Vasiliy: Les pasa por entrometerse en mi camino. Panda de idiotas diría yo. Veo que lo que tienes ahí es una foto de tus hijos ¿Me equivoco? Serían demasiado peligrosos.
Narrador 3ª persona
Alejandro, provocado se lanza hacia Vasiliy, atacando sin pensar. Vasiliy aprovecha el momento y realiza una guillotina tratando de ahogarlo, pero no lo logra, aunque dado el ángulo en el que estaba Alejandro, Vasiliy le da un codazo en la cara. Justo cuando Vasiliy iba a dispararle con su metralleta, Alejandro gira y escapa con una gran cantidad de sangre saliéndole por la nariz. Cada cual sacan sus armas y se cubren en las furgonetas de los policías ya destruidos y empiezan una feroz batalla entre ellos. En medio de la batalla, Vasiliy hace una llamada a uno de sus soldados. Alejandro aprovecha y dispara alcanzando la mano de Vasiliy. Conteniendo el dolor Vasiliy se lanza hacia el, ya que se le habían acabado las municiones de todas las armas, pero el también tenía destrozado su chaleco antibalas. Aun así, Vasiliy con la poca munición que le quedaba, dispara a Alejandro en la oreja varias veces, arrancándola, acto seguido, Alejandro furioso, lanza sus armas hacia Vasiliy, el esquiva todos y ataca a Alejandro con una serie de combos de una manera muy bestia, dejándolo en el suelo retorciéndose del dolor. Vasiliy aprieta el puño con todas sus fuerzas para aguantar el dolor de la mano. Gritando dice:
Vasiliy: ¡Te mataré, a ti y a tus hijos bastardos!
Alejandro: ¡NADIE INSULTA A MIS HIJOS!
Alejandro se levanta rápidamente con energías de vuelta y pillando a Vasiliy desprevenido lo ataca con todas sus fuerzas, Vasiliy trata de atacarlo, pero Alejandro esquiva sus golpes con facilidad. Después de 20 minutos de golpes, Alejandro por fin tumba a Vasiliy.
Alejandro: Ahora dime ¿Por qué no te suicidas si lo que quieres es morir?
Vasiliy: Yo no elijo tropezar en las piedras del camino. Si no me suicido es porque considero estúpido quitarme mi propia vida. Me da igual las torturas que me hagan, no suplicaré que me maten o que me pueda suicidar. Mi deseo es tener una batalla a muerte con alguien como tú, una persona valiente y que lucha sabiendo que va a morir, me da igual si gano o pierdo. Una cosa es segura, cuando sepa que mi muerte está confirmada, sonreiré.
Alejandro: Estúpido.
Alejandro deja tirado a Vasiliy. Vasiliy no se lo creía.
Vasiliy
Fue de lo más humillante para mí que no me matara, con la poca fuerza que me quedaba me levanté, cogí un cristal puntiagudo y antes de que el pudiera hacer algo, le clavé el cuchillo en la cabeza, para después desmallarme y encontrarme en un hospital. Al parecer, uno de mis soldados vio la pelea y me cargó en un avión de combate y me llevó a Ucrania.
5 años después me reuní con el presidente de España para firmar un tratado de paz. Mi motivo fue porque aún no estábamos preparados para lanzarnos hacia los países exportadores de petróleo, pero aun así secuestré a un jeque por lo que no habría problema. Además quería enfrentarme a los dos hijos de Alejando. Aparecieron los dos hijos de Alejandro a desafiarme, el presidente huyó como un cobarde y el menor de los hermanos me dijo que Alejandro estaba muerto en vida y que iba a ayudar a Victor para que la pelea sea 1 vs 1 y para salvar a su hermano. Así fue e hicimos un duelo de espadas, el cual el perdió por subestimarme, menudo capullo, aunque sé que el hermano no hará lo mismo.
Actualmente me encuentro escribiendo esto. Hoy será el día en el que ponga mi destino en juego, pero esta vez, dejaré mi biografía aquí escrita. Si eres un seguidor de mi ideología, te ofrezco seguir mis pasos y convertirte en el próximo gobernador en el caso de que yo muera. Victor y yo pelearemos a muerte y me encuentro en mi cuartel. He movilizado a mi ejército para que no nos interrumpan en la pelea, ya que no quiero que nos protejan. Se decidirá todo en esta batalla, y tú, continuarás mi reinado si fracaso.
Fin…
Vasiliy: Coronel Rodrigo, quiero que protejas este libro cueste lo que cueste. Si ganamos la pelea, dale este libro al seguidor mas leal que encuentres. La batalla será de 3 vs 3, pero cada batalla se dará en un lugar diferente.
Rodrigo: Vasiliy ¿Qué hacemos con el coronel García?
Continuará…