Dulce venganza

Aquí os traigo el cuarto capítulo de la obra La condena de la realidad. Te recuerdo que antes de leer esta parte debes leer El poder de la hermandadLa cartaLa cruel realidad y la decisión,  Entrenamiento y El amor de un padre. Espero que os guste.

Este capítulo, que es el sexto, tratará sobre el pasado de Vasiliy.

Vasiliy

Guerra, sufrimiento, dolor. Esas tres cosas siempre me han salvado la vida, suena irónico ¿Verdad?. Es más real de lo que tu piensas. Nací en el 2036 como hijo único de una familia rica en la que yo vivía muy bien, estudiaba, etc. Una alegría que me cegaría totalmente de como hay que ser en el mundo real. Desde antes de nacer, la guerra estallaba en Ucrania para que Rusia no la invadiera, pero fue inútil. Ucrania fue invadida no sólo por los rusos, sino por una minoría española muy pequeña. Los españoles ayudaron a Rusia con la condición de que en Ucrania se hablara en español y así fue. Cuando en Ucrania se empezó a hablar en español, varios ucranianos fueron a España obligatoriamente para mejorar la economía española, y la economía de España creció mucho y la de Ucrania no tanto, pero creció algo.

Mi padre era el coronel del ejército ucraniano y mi madre trabajaba en la marina en un alto rango también. Estuvieron siempre unidos a mí y eran muy pacíficos hasta que cumplí los tres años. Estaba jugando con mis muñecos, porque la tecnología moderna no era de mi gusto, cuando paré, se me olvidó recogerlos y me fui a dormir. Al despertar, mis padres estaban mirándome con una mirada muy seria, mi padre de repente, como un tren descarrilado, me golpeó de una manera muy bestia. Mi madre estaba contemplando la escena y estaba bastante calmada, como si no hubiera pasado nada. Cuando mi padre terminó de golpearme mi madre se acercó a mi y cuando creía que me abrazaría, comenzó a golpearme ella también y me dijo:

Madre de Vasiliy: Esto es lo que pasa cuando no cumples algo. Si nosotros fuéramos blandos contigo, tu serías un mal hijo. Quiero que sepas que te pasará cuando no haces algo bien.

Ese día por la cantidad de golpes que me dieron, literalmente escapé de la muerte por poco, pero mis padres no estaban arrepentidos, es mas, me seguían golpeando, hiciera bien o mal las cosas, dejándome siempre al borde de la muerte, de esa forma, comprendí lo que era la muerte y se me quitó el miedo a la misma. Cada vez que los médicos decían que podía morir, no sentía nada, ni miedo, ni preocupación, nada. Mis padres cada vez que me llevaban al hospital, decían que me habían golpeado unos atracadores o secuestradores. ¡Malditos falsos! A los 8 años me apunté a clases de artes marciales, y seguía el ritmo de los demás aunque tuviera una corta edad. Yo siempre me interesé por la sociedad y por el ejército. Siempre estudiaba sobre las ciencias sociales, la ética, la política y demás cosas que tenían relación con eso. Observé como eran las dictaduras y empecé a apoyarlas. A los 12 años, me ponían a pelear contra los de 18 años y ganaba casi siempre, si duda yo era muy fuerte, pero en una pelea, estaba a punto de ganar, y subestimé a mi rival. Cuando me relajé él aprovechó para golpearme brutalmente y dejándome con heridas muy graves. Me miró y me dijo:

???: ¿Sabes lo que me molesta que me subestimen niño? Además, piensa que en una pelea a muerte, tu ya estarías muerto.

Vasiliy: Pues entonces mátame.

Lo dije muy en serio y el chico se quedó petrificado y me dijo que él no lo haría. Salió huyendo de ahí. Afortunadamente nadie nos escuchó, aun así me quedó claro el concepto de no subestimar a nadie nunca, y en el fondo también me molestaba a mí.

Al llegar a mi casa, mi madre se fue directo hacia mí para golpearme, muy confiada por supuesto. Logré hacerle una llave, pero logró soltarse y siguió golpeándome y me dijo:

Madre de Vasiliy: Esto lo hacemos por tu bien hijo y veo que ya has aprendido la lección.

Vasiliy: ¡¿Por mi bien?! ¡¡No hacéis mas que golpearme cada día!!

Padre de Vasiliy: Bien, sabíamos que este momento llegaría, escucha hijo, no debes ni ser blando ni tener piedad con nadie, si no te pasará esto, por eso te hemos golpeado duramente todos estos años, para que te des cuenta de la realidad y de que no te temas a la muerte, ya que esto nos pasó a nosotros y tuvimos graves consecuencias.

Que mierda de explicación me dieron, maldito hombre. ¿Por qué no me ha matado? si me hubiera matado no estaría pasando por esto. Mi padre me entrenaba muy duramente para que me convierta en un gran soldado en un futuro y pueda alcanzar su rango a una temprana edad. A los 16 me hice demasiado fuerte y me alisté al ejercito. En menos de 6 meses, fui ascendiendo hasta llegar a ser sargento, aunque tenía la fuerza, la inteligencia y el conocimiento de un coronel. Tenía que vengarme de aquellas personas que marcaron mi vida y me iba a encargar personalmente. En primer lugar, fui a buscar al chico con el que me enfrenté hace 7 años, para volver a pelear, en la pelea logré ganarle con facilidad, pero justo cuando iba a irse le cogí del cuello lo tiré al suelo, le hice una llave y le dije:

Vasiliy: Gracias por darme una valiosa lección sobre como tengo que actuar, mas tengo un plan en mente y no quiero que me arruines nada, vas a pagar por no haberme matado, rata asquerosa.

Con un cuchillo que tenía le corte una brazo. Él sufría bastante, mientras que cogí mi pistola y le pegué dos tiros en las piernas y uno en la cabeza: Dulce venganza.

Fui a mi casa y estaba mi madre, que me dijo:

Madre de Vasiliy: Hola hijo, me he enterado que has logrado ser sargento en poco tiempo ¡felicidades!

Yo no esperé ni un segundo, cogí la freidora que tenía el aceite en una temperatura altísima y se la eché por encima. Ella no paraba de gritar de dolor. Comencé a golpearla mientras le echaba aceite aun mas caliente.

Vasiliy: ¿Sientes eso bastarda? Eso es lo que yo sentí cada vez que me torturabais, por desgracia se te quitará el dolor cuando mueras.

Madre de Vasiliy: «Sollozo» Por favor Vasiliy, no lo hagas, haré lo que sea, pero por favor no lo hagas Vasiliy.

Vasiliy: Vamos, lo que faltaba. ¿Y tú tienes un alto rango en la marina? Eres patética mama, o debería decir mal nacida. Aprende que es ser asesinado por tu propio hijo. Intenta sobrevivir. Buena suerte mamá.

Le disparé con una metralleta los hombros y pecho, y acto seguido la cabeza. Dulce venganza.

Ya tengo un objetivo: Pienso hacerme con el poder del país, convirtiéndome en general y provocando una dictadura, como el gran Franco, pero, para engañar a los países, en cuanto llegue al poder, diré que quiero regresar al colonialismo para que me tomen por idiota, y en cuanto menos se lo esperen, invadiré a algún país europeo que me de un acceso mas directo a los países africanos con mucho petróleo. Pero antes: ¡te mataré padre!

Continuará…

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