La carta será el segundo capítulo de mi obra. Esta vez habrá mas de un narrador de los protagonistas Rubén y Víctor. Te recuerdo que puedes leer mi obra en La condena de la realidad y la primera parte llamada El poder de la hermandad.
Rubén
Maldición nos estamos jugando la vida y el líder ucraniano se ha quedado callado unos minutos. De pronto, empieza a reírse y dice:
Vasiliy: vaya, tenéis valor para hablar, pero no para actuar. Vuestra pacífica actuación ante situaciones tan complicadas os ha llevado a sufrir mas de lo que debéis, pero bueno, me presentaré. Mi nombre es Vasiliy Jakov y soy el gobernante de Ucrania, quien ha provocado esta catástrofe en vuestro país. Si no me equivoco, habéis venido a enfrentaros a mí. Como sabréis, para salir vivos de aquí no tenéis mas opción que pelear. Soy yo contra vosotros dos, pero aun así pensaréis que hay algún soldado mío por aquí, pero no es así, esto está totalmente desierto pero aun así vosotros estáis muy heridos. Además, ese hombre que se hace llamar presidente de España sólo es un cobarde. Bien ¿Empezamos Rubén?
Apreté el puño con rabia, ya que ahí fue donde me di cuenta de quien era realmente. En una carta que enviaron los soldados a nuestra casa, decía que papá fue asesinado por el líder de los ucranianos. Le susurró a Vasiliy lo siguiente:
Rubén: Vasiliy, antes de comenzar la pelea……………
Víctor: Oye tú, recuerda que somos dos, y Rubén otra cosa, mientras Vasiliy hablaba, parecía como si le hablaras en voz baja ¿Por qué?
Rubén: Víctor, muchas gracias por estos años que me has dedicado. Éramos los mejores hermanos e inseparables, mas nuestro camino se separa aquí. Te quiero hermano.
Victor: ¿Pero qué dices?
Y yo grité:
Rubén: ¡LISTO, LLÉVATELO LEJOS DE AQUí YA!
Se llevó a Víctor y al fin estaba cara a cara con Vasiliy, él dijo:
Vasiliy: No entiendo porque has tenido que hacer eso Rubén pero bueno. En el corazón de tu hermano hay un valor indescriptible que no se compara al tuyo, parece que su fuerza de voluntad es mayor.
Se queda pensativo, se dirige a la mesa a rellenar unos papeles. Cuando termina, coge dos espadas de la mesa, me lanza una y yo la cojo al vuelo. Cuando desenfundó su espada, puso un rostro muy serio y dijo:
Vasiliy: Muy bien, ahora que Víctor no está empezaremos la batalla.
Cuando desenfundó la mía digo con el mismo rostro serio:
Rubén: Sí. Lamentablemente Víctor no podrá luchar a mi lado, pero si yo muero, Victor se encargará de matarte. Pero sobre todo quiero que hagas pagar por matar a mi padre. VASILIY.
Narrador 3ª persona
Comienza una batalla intensa. Vasiliy comienza atacando primero con una estocada de esgrima. Rubén logra esquivarla y va atacándolo a él. El duelo de espadas es intenso, lo acompaña un silencio roto por el sonido de las espadas al chocar. Rubén ataca con todas sus fuerzas pensando en su padre y en su hermano. Por ahora ninguno ha recibido ningún daño, sin quitar las heridas que tenía Rubén, ya que no lograron curarlo del todo en el avión. Tras esquivar un movimiento de espada de Vasiliy cuya dirección que coge es la izquierda, con otro movimiento de espada para cortarle el brazo derecho, le quita la espada.
Rubén
Siento un gran dolor en mi brazo y en mi pierna, ambos derechos y sobre todo en el vientre, pero al saber que ganaría la batalla, no me preocupé, dije con un aire de triunfo:
Rubén: Se acabó Vasiliy, la victoria es mía
Vasiliy: Eso es lo que tu te crees. La batalla termina cuando uno de los dos muera, y aún estamos vivos.
Sin pensarlo ataqué con la espada a Vasiliy para cortarle la cabeza. Mala decisión el no haberlo pensado. Con una relativa facilidad, lo esquiva pese hacerle un corte en la mejilla. Me dio una patada en la pierna y me desequilibró y con otra patada logra quitarme la espada. Acto seguido, intento darle un puñetazo en el pecho, pero volvió a esquivarlo y me bloqueó para después apretarme el vientre. Sentí mucho dolor, ya que mi madre me apuñaló ahí. Antes de caer al suelo por el dolor me tira él para asegurarse de que caigo. Cuando estoy en el suelo, coge la espada y se dirige hacia mí a una gran velocidad, pisándome en el brazo donde tenía la herida de cuando el misil impactó con el avión. Y me dijo:
Vasiliy: Nunca debiste subestimarme, Victor no lo hubiera hecho. Tuviste un intento de matarme y acabar con todo. Esa absurda sobreconfianza que tienen las personas sobre sí mismas hace que mueran.
Narrador 3ª persona
Con las palabras de Vasiliy ya pronunciadas Rubén dice:
Rubén: Maldito hijo de puta, eres un bastardo infeliz y cruel. Las personas como tu merecen la muerte y ¿aun así llegáis a lo mas alto? Pudrete maldito. Pronto Víctor te dará tu merecido, te maldigo Vasiliy ojalá que te quemes en las llamas del infierno.
Vasiliy: Yo ya tengo un plan en mente para que no haya ningún fallo, debo matarte a ti.
Víctor
Víctor: ¿Pero qué hago aqui?
Unos médicos se acercaron a mí y me preguntaron:
Médico: Dime, ¿te encuentras bien?
Respondí que sí y pregunté que había pasado y por que me encontraba aquí.
Médico: Te encontramos en la puerta del hospital, en medio de la catástrofe de la guerra, pero tenemos buenas noticias: La guerra ha terminado, al parecer el líder de los ucranianos firmó el tratado de paz y todo el ejercito se marchó a Ucrania. Tú estuviste en coma 1 mes entero. Por cierto, alguien nos ha enviado una carta para ti.
Continuará…