Así continúa Viaje mental, después de La apuesta. Sigue las crónicas de esta aventura desde el índice de Viaje mental.
Elial: ¿A que recuerdo debería de viajar? Son muchos los que deseo descubrir. Si al menos supiera quien está detrás de todo esto…
???: No te preocupes por eso Elial, vas por un buen camino.
Elial: ¿Pero qué? ¿Quién es? ¿Cómo has entrado aquí?
???: Preguntas demasiado, sólo escúchame con atención. El poder, lo es todo, hemos nacido para esto. Durante muchísimos siglos, tus antepasados han luchado por lo que les correspondía. Si bien el Señor no les ha perdonado, Lucifer les ha permitido la entrada a un mundo mejor. El alma no es pura solo por permanecer en el paraíso. En el reino de las sombras, cualquier alma es considerada pura. ¿Por qué dedicar tu vida a un Dios, si puedes dedicar esa vida a hacer lo que te gusta? Todas aquellas almas consideradas impuras injustamente, serán compensadas por el corazón negro de Satanás. Dios no es onmipotente, la onmipotencia no existe, mas existe el gozo absoluto, que solo lo podrás encontrar en el infierno, deja guiar tu alma hacia la codicia, la desesperación y la maldad. Nadie puede gozar de un alma totalmente divina y pura, pues esta carece de existencia, incluso si dicen que no es así. Ese sufrimiento se convertirá en placer, tengas un corazón noble o tengas un corazón siniestro. Lucifer pedirá tu alma, mas tu no debes mostrar ningún miedo. Yo te protegeré y seré tu guía en el momento de tu muerte. Te acercarás a mi, no has de temer al siniestro mundo de las oscuras almas, y juntas, haremos conocer al mundo de nuestra existencia, lo dominaremos y conquistaremos todas las almas. Tu alma corrompida es perfecta, con ayuda de personas como tú, conseguiremos el objetivo que perseguimos por milenios. Elial, permítenos gozar de la presencia de tu maldad, y serás recompensado.
Dicho esto, la voz desapareció para nunca más volver. Elial no sintió miedo, tristeza, alegría, desesperación, amor o furia. Por aquellos minutos, no sintió nada. Sin embargo escuchó a la perfección el mensaje de aquella voz. Una vez más, reflexionó.
Elial: Así que existe el cielo y el infierno, así que las leyendas sobre Dios y Lucifer son ciertas. Yo no puedo determinar que es lo que está bien o lo que está mal. Existe el ángel y el demonio, pero ¿cuál es cuál? ¿Y por qué debería centrar mi vida en servir a un ser? Todo eso, no me importa, solo quiero vivir la vida que se me ha dado, aunque ahora mismo dudo si es la correcta forma de llevar las riendas de mi existencia, el hecho de robar para satisfacer tus necesidades. ¿Eso es bueno o malo? Da igual ¡Acabemos con esto!
Elial saltó hacia otro recuerdo, se encontraba de nuevo en su hogar, se veía junto a su novia Zoraida, con montones de objetos de gran valor, una gran sala de ocio y al parecer, estaban celebrando algo. Se les veía muy contentos y felices, aunque eso era algo obvio claro. ¿Quién no querría tener una vida así?
Para él político, este era un recuerdo de muy poca importancia, aunque el mensaje era muy evidente: Era feliz robando a personas inocentes para sus propios beneficios y parece ser que no tenía pensado cambiar. Salió rápidamente de ese recuerdo debido al nuevo mensaje que le dio.
Tras estar observando sus recuerdos durante un buen rato, decidió entrar en uno que le llamó ligeramente la atención.
Elial entró en aquel recuerdo que representaba a aquellos momentos después de haber aceptado su primer soborno. Tras terminar su horario laboral, se marchó a un pequeño descampado situado por la periferia de Valladolid. Estaba un poco agotado y quería despejarse en un lugar tranquilo, donde nadie le molestaría. Al sentarse en un pequeña roca, se dio cuenta de que no debería haber aceptado ese soborno.
Elial: ¿Qué he hecho? Me he convertido en lo que siempre temí en convertirme. Dios, menos mal que no tengo ningún espejo para mirarme a la cara, se me caería de la vergüenza que me doy.
Mientras, Elial, tranquilamente observaba como su yo lamentaba su estupidez. Él sabía que luego vendría Zoraida a calmarlo y a decirle que tomó la decisión correcta, pues logró acordarse perfectamente de lo que paso aquel día. Como predijo Elial, su novia fue a consolarlo.
Zoraida: Hola amor, no tienes buena cara ¿Has tenido algún problema trabajando?
Elial: Aquí el único problema que tengo eres tú. Me has llevado a algo a lo que pensé que jamás haría.
Tras un momento de silencio, Zoraida le respondió:
Zoraida: Cariño, hiciste bien en coger ese sobre. Nadie puede determinar quien es bueno y quien es malo. Además, todo esto que estamos haciendo, será solo una miseria comparado con lo que le daremos a este país en un futuro próximo. Pero para que podamos recuperarnos de la crisis, hay que hacer este tipo de cosas. Ya lo dijo Maquiavelo «El fin justifica los medios». Cuando Estados Unidos lanzó aquella bomba atómica sobre Hiroshima, se pudo dar fin a la guerra.
Elial: …
Zoraida: Además, tienes que pensar un poco en ti mismo aunque tu trabajo sera para ayudar a tu país, ya que…
Elial la interrumpió.
Elial: He escuchado suficiente, y supongo que tienes razón. Me has abierto un poco la mente, pero aun así sigo teniendo dudas sobre esto. ¿Realmente necesitamos dinero para ser felices?
Observando todo eso, el mismo Elial, quien era el que era, se hizo la misma pregunta. Había visto ya lo que era necesario en su octavo recuerdo y se dirigió hacia el noveno.
Ese recuerdo representaba uno de los momentos en el que Elial y Zoraida lograron encarcelar a una de las personas más corruptas que había pisado España. La policía había estado siguiendo su pista durante unos cuantos años, ya que estaba en busca y captura. Elial logró localizar su paradero: se encontraba en un piso normal y corriente situado en la ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Lograron descubrir su paradero gracias a una foto que subió un turista alemán en su cuenta de Facebook de la calle Zarza, una de las numerosas calles de la ciudad. Esa foto, además de la calle, también mostraba un edificio y en el segundo piso, se encontraba aquel hombre tendiendo la ropa. Tal vez por casualidad, Zoraida conocía a ese turista y le permitió utilizar su foto para poder localizarlo. Lograron encontrarlo con éxito y fue llevado a prisión. Al día siguiente, Elial decidió utilizar todo el dinero de el hombre para reducir los recortes y para repartirlo entre las personas las cuales habían sido robadas, para que más tarde, Elial y Zoraida fueran aplaudidos.
Con aquel recuerdo, Elial, después de mucho tiempo, se había sentido feliz por hacer feliz a alguien que no sea él. Recordó lo feliz que fue satisfaciendo a España. No hacía promesas, pero hacía todo lo posible para que todo fuera a mejor y junto a Zoraida, quien hacía un trabajo tan excelente como Elial, habían ayudado mucho a los más necesitados. A pesar de ser consciente de todo ello, aun seguía teniendo dudas de si debería cambiar su manera de ser, su manera de ver el mundo, su pensamiento.
Su décimo recuerdo, fue en el momento en el que se graduó por fin en la universidad. Aquellos esfuerzos valieron la pena. Tras la ceremonia de la graduación, Zoraida y Elial tenían una sonrisa que nunca sería borrada. Sus notas eran las mejores y tanto sus profesores como sus compañeros, respetaban profundamente a la pareja, y sabían que llegarían muy lejos. Felicitaciones y más felicitaciones, que acabarían en una grandiosa fiesta.
Elial olvidó en esos momentos todos aquellos sucesos que lo trajeron hasta la camilla en la que se encontraba. Sólo se centraba en su propio recuerdo, feliz, en su propia mente, feliz.
Tras salir de ese recuerdo y encontrarse en su mente, había solamente dos recuerdos, pero a diferencia del resto, estos no contenían ninguna imagen, eran simplemente cuadros de color blanco. Elial entró en uno y se encontró a sí mismo con la edad de 16 años, sentado y apoyado en un árbol, escribiendo en un folio.
Elial: Después de 16 años de vida, he encontrado mi vocación: pienso dedicarme al mundo de la política. Desde siempre, he vivido en un humilde hogar junto a mis padres, pero ya es hora de que conozca al mundo y empiece a hacer el bien por alguien que no sea solo yo. Quiero ser alguien recordado por ayudar a quienes necesitan esa ayuda. Mi primer año de bachiller, me ha hecho madurar en todos los sentidos, tengo además de a mis padres, amigos que van a hacerme mirar hacia delante en el caso de que me quiera rendir. Estoy muy feliz de que me hayan dado una vida tan plena. Todos tenemos algún propósito en esta primera y única vida que tenemos, pero el problema es que existen personas que no saben cuál es su propósito. Sin embargo, aquellos con sueños somos sus esperanzas para que no desaprovechen su vida. En cuanto cumpla el mío, me podré ganar mi retiro de este mundo aunque sea muy joven. Me llamo Elial y a cualquiera que lea esto le quiero decir. Goza de la vida que te han regalado tus padres, cumple tus sueños, se feliz y ayuda a tus familiares y amigos.
Después de esto, a Elial se le cayeron las lágrimas de alegría y salió de ese recuerdo y finalmente solo le quedaba un recuerdo el cual le era desconocido.
Ese último recuerdo lo llevó a esa humilde casa donde vivía con sus padres, tenía 8 años y estaba viviendo el momento más triste de su vida: Su abuela Rocío estaba a punto de morir. Rocío tenía 63 años, y le quedaba un año para poder jubilarse, pero contrajo una enfermedad, y justo en el año en el que lo contrajo, iban a operarla, pero por culpa de un concejal de sanidad que había en esa época, el hospital donde iba a ir fue derribado para poder construir un hotel. Entonces esa enfermedad empeoró de una manera muy veloz, hasta el punto de que ya no se podía curar. Antes de su muerte, Elial, Nestor y Lola lloraban su irreparable pérdida.
Lola: (llorando) Señora Rocío, lamento mucho todas nuestras peleas. No me he dado cuenta de lo mucho que la quería, he sido una cabezota. Por favor… ¡Perdóneme!
Rocío: No (tosiendo) te preocupes, mi querida nuera, yo también lamento mucho todo lo sucedido. Eres una chica estupenda y se que harás muy feliz a mi hijo y a la joya que tu misma engendraste.
Néstor: Mamá… (quien más lloraba) no quiero que aun te vayas de este mundo, estoy seguro de que aun podemos hacer algo con tu enfermedad. Por favor mama, Dios no quiere que te vayas todavía. ¡¡QUÉDATE CON NOSOTROS POR LO QUE MAS QUIERAS!!.
Rocío: (Risa débil) Si tu padre te viera Nestor, si tu padre te viera. Dios no lo ha querido, pero ya sabes que en este mundo la maldad reina por doquier. Se fuerte y cuida de tu mujer y de tu hijo.
Elial ni si quiera podía hablar, cada vez que trataba de articular una palabra, las lágrimas no se lo permitían, solo podía llorar y llorar.
Rocío: En fin, creo que ya es la hora de mi retirada de este mundo. (levantando el brazo) ¡Os quiero mucho, os deseo lo mejor. Buena suerte!
Dicho esto, Rocío murió. Elial, tras contemplar la escena, se lanzó hacia su abuela a abrazarla, pero la atravesó y al saber que tampoco podía tocarla, comenzó a llorar muchísimo tiempo, no porque su abuela había muerto, sino porque se convirtió en el mismo tipo de persona que su «asesino». Elial (de 8 años), Lola y Néstor se marcharon y Elial se quedó solo. Se había lamentado de todos aquellos actos crueles que cometió. No se lo pensó dos veces: Cuando despertase, repararía todo el mal que hizo.
En el paraíso…
Tiffany: ¡Si! ¡Sabía que se arrepentiría! Ahora por favor, perdónele la vida.
Dios: Lo haré, pero esto no ha acabado Tiffany, aquella siniestra alma aun sigue intentando convencerlo para que no cambie y siga siendo el miserable que había sido. Le he perdonado la vida pero no he olvidado todo lo que ha hecho. Como castigo, no recibirá ayuda para librarse de su lado oscuro y su castigo tras su muerte será peor.
Tiffany no protestó, ya que le parecía algo justo.
En la mente de Elial, ya no había un enorme espacio de color blanco, sino que toda esa zona paso a ser de color rojo carmesí. Cuando Elial regresó de su recuerdo, encontró ese notable y repentino cambio de su propia mente. No había ningún recuerdo, ese color rojo lo tapaba todo, salvo un pequeño agujero, que mostraba el mundo real. Cuando se dirigía hacia allí, la voz le volvió a hablar de una manera más grave y perturbadora.
???: ¿Te vas tan pronto? Déjame enseñarte algo.
La voz mostró la imagen de aquel concejal culpable del asesinato de su abuela, siendo desmembrado y devorado por un hombre. Se podía ver la sangre volando como si se tratara de gotas de agua empujadas por el fuerte viento, los huesos podridos y con marcas de afilados y enormes colmillos, sus pulmones casi arrancados de su cuerpo, con cortes no muy profundos y llenos de sangre y unas venas demasiado hinchadas, explotando cada vez que se movía. Tenía solo un ojo y estaba colgando
Elial vomitó al ver la putrefacción en la que había sido convertido aquella persona. Por el contrario, sintió una muy leve felicidad al saber que no se libraría tan fácilmente de un castigo. Quien lo devoraba era aquel alma oscura, el cual le dijo a Elial
???: Esto es lo que le haremos a cualquier individuo que ose herir a uno de los nuestros. Mereces justicia Elial.
Elial no dijo nada, solo salió volando a toda velocidad hacia la salida, hacia el mundo real y el hombre comenzó a perseguirlo. El agujero estaba a punto de cerrarse y Elial estaba muy cerca, pero tenía también muy cerca a aquel demonio.
Enfermera: Doctor ya despierta.
Continuará…