Después de la práctica de percepción, tras haber concluido satisfactoriamente el resto de entrenamientos, me dirijo hacia la sala donde Sir completará mi adiestramiento.
Al entrar, me encuentro a mi nuevo mentor sentado en un sillón de cuero manejando una inmensa pantalla mediante varios paneles.
-Siéntate -me ordena señalando al sillón que se encuentra a su lado.
Así lo hago inmediatamente. Giro la silla para colocarme en la misma dirección que él.
-Verás… -comenta, sin dejar de trabajar-, yo soy el encargado de mejorar tu técnica. Para ello, he decidido que el manejo de la espada es uno de los aspectos más importantes para alcanzar dicha técnica. Además, te permitirá consolidar gran destreza en el combate cuerpo a cuerpo -tras una prolongada pausa, continúa informándome-. Para agilizar las sesiones, ya que dispongo de muchos reclutas a los que adiestrar, he recibido tecnología punta de Tropolis. Mediante este programa de simulación de combate, en unos segundos reales, entrenaremos durante horas en un escenario virtual. La experiencia acumulada sólo afectara a nivel intelectual. Las heridas y todas las anomalías físicas desaparecerán cuando acabe la sesión.
Asiento. Buena manera de aprovechar el tiempo.
-Bien. Ahora cierra los ojos -me ordena mientras prepara diversos cables-. Voy a dotar tu cuerpo de sensibilidad virtual -pronuncia mientras rodea mis extremidades con plásticos adhesivos conectados a cables procedentes de la máquina de enfrente-. Y ahora te colocaré el casco.
Los sonidos que hasta hace poco estaban vinculados a la sala, poco a poco van perdiendo toda referencia. La realidad va derritiéndose para enviarme al más absoluto vacío. El tiempo se detiene…