El silencio recorre la sala. Todos están expectantes de mi decisión. Aguardo unos segundos mientras calculo las palabras.
-Yo también tengo exigencias.
-¿Cómo? -la sorpresa entre los asistentes de la reunión es mayúscula.
-Esta claro que necesitáis mi ayuda -comento tranquilo-. Mucho hay en juego y soy la pieza clave para desarrollar vuestra infraestructura. Habéis estudiado a cada uno de los alumnos de Priedni y yo tengo el perfil mas adecuado para la misión -prosigo con cautela-. Además, también habréis reparado en mi rebeldía al escapar del centro. Seguramente os ha confirmado mis inquietudes y habéis aprovechado mi estancia aquí para obligarme a acceder a vuestros intereses.
Un murmullo recorre la sala. Saúl asiente.
-¿Qué insinúas?
-Insinúo y afirmo que no me vais a amedrentar con tanta palabrería. Estoy de acuerdo en unirme a vosotros para enderezar el rumbo que están tomando los acontecimientos, pero exijo un trato de igual a igual. Además -me exalto-, exijo ser informado al instante de los asuntos del mundo, sean cuales sean. Mi juramento será sincero mientras comprenda que no me ocultáis información.
El murmullo anterior cesa. Se miran unos a otros complacidos.
-Muy bien, así será -responde Saúl-. No esperaba menos.
Finalmente, para liberar tensiones accedo, sin una sola queja, a formular el juramento sobre Darío exigido para exponer mi lealtad hacia mis nuevos aliados.
Una vez finalizado el protocolo, Nick se levanta de su sitio y habla:
-El tiempo apremia, debemos realizar ahora mismo la operación.