29 Saúl

Me encuentro en mi salón, revisando ciertos asuntos de relevancia, cuando uno de mis hombres se muestra ante mí.

Señor… -llama mi atención Alan, uno de los médicos mas destacados.

-¿Sí?

-La situación es mas grave de lo que suponíamos -comenta resignado- Hoy, el número de pacientes infectados por el virus, se ha elevado considerablemente. ¡Tenemos que hacer algo!

Antes de responder observo por la ventana la llanura de Pode, donde los rayos de un flameante sol surcan el terreno con reflejos plateados y centelleantes. Me concentro exclusivamente en el transparente oxígeno que lo baña todo inapreciablemente. ¿Cómo algo tan insignificante, que ni siquiera posee forma corpórea, puede provocar tanto daño?

-Está bien -respondo con un tono de asentimiento-. Déjame solo.

Tras aguardar a la marcha de Alan, divago durante unos instantes hasta dar con la única solución posible.

-Esto requiere la inestimable ayuda de Tropolis.

Una vez me encuentro en la sala de comunicaciones, abro la señal con Krhisten. Por suerte, se encuentra disponible para iniciar una conversación. Su figura se muestra poderosa en el ángulo de la cámara.

-Buenos días Saúl, mi querido amigo -me habla de forma alegre-. ¿Qué asuntos te atañen?

-Traigo malas noticias. El terrible virus del que fuimos avisados se ha desatado. Muchos privilegiados están infectados…

-¿Cómo que hay privilegiados infectados? ¿No han funcionado las cúpulas correctamente?

-No es eso señor. El problema ha surgido porque al no alertar a los jóvenes, algunos se han expuesto inconscientemente.

-Comprendo… -comenta pensativo- Y supongo que necesitaréis un remedio.

-Así es…

-Tenía todo preparado temiéndome este momento. Ahora mismo os enviaremos el antídoto. Por desgracia todavía no disponemos de la vacuna. Eso deberá esperar.

Proseguimos charlando durante un buen rato. Krhisten me comenta todos los pormenores del veneno y de la cura. Parece ser que los contagiados no son infecciosos y podrán volver a sus vidas normales simplemente tomando una ampolla al día. Sin embargo tendremos que controlarlos, ya que se desconocen los síntomas que pueden contraer aun tratados.

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