Parece ser que mi mandato no agrada a los ciudadanos. Los informes obtenidos por Joel son concluyentes. Sonrío, feliz. Es el deseo del emperador, mi amo.
Recibo comunicación secreta, desde Maguiltor.
-¡Excelente trabajo! -me felicita.
-Los ejércitos se deben encontrar en las puertas de vuestras ciudades.
-Les daremos una cordial bienvenida -y la risa nos domina a ambos-, como les prometimos.
-¿Para cuando movilizará sus escuadrones?
El sonido agudo de su respiración resuena como interferencia.
-Muy pronto. En cuanto se vean atrapados en Zulús.
-De acuerdo -respondo muy firme-. Esperaré ansioso ese momento.
Y cierra la comunicación.
A mi lado Joel traga saliva, lleno de terror.
-Tranquilo, tú gozarás de un trato especial.
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la primera novela de la trilogía, El enigma de los dioses.