Después de buscar durante días a Lumi, para volver a reunirnos, comenzamos a preocuparnos. Decimos buscarlo a través de la lucidez, Ariel, Efrén, Helen y yo.
-¿Dónde está Lumi?
Observamos como decidió avisar al gobierno sobre la trampa del enemigo. Encaminó sus pasos hacia Tropolis, cuando, a mitad de camino el emperador…
-¡No! -grita Helen.
Todos sentimos un gran dolor por su ausencia, pero decidimos continuar investigando.
-¿Cómo pudo acabar con él?
Sifrid nos observa a cada instante. Bloqueará cualquier intento de informar a los privilegiados, ya sea acabando con nuestras vidas o interfiriendo en las comunicaciones.
-¿Cuál es su plan completo?
La decisión de desplegar los dos ejércitos ha sido descartada, por el momento. No va a permitir que medio mundo entre en guerra, y otro medio mundo reserve efectivos para la defensa. Quiere que la vinculación de los Reinos del Sur con su falsa guerra sea total, para poder aplastarnos sin oposición. Va a acabar con el rey, su máximo oponente, y va a sustituirlo por…
-¡No puede ser! -se desespera Helen.
Las lágrimas recorren su frágil rostro. Esto supone un mazazo peor que la pérdida de Lumi.
-Ya sabemos para qué lo quería…