Durante los siguientes días las reuniones del Consejo están orientadas a establecer el control en las minas. La producción de carbón y hierro queda totalmente recuperada. Además, toma forma el proyecto de la ciudad experimental. Los supervivientes se convierten en nuestros esclavos, activan las minas y cultivan alimentos para el abastecimiento alimenticio. Los que deciden no trabajar, son enviados a la ciudad experimental, donde los científicos experimentan con ellos despiadadamente, sin conseguir resultados.
La información obtenida en el Castillo Real, ha quedado bien resguardada. En un principio parecía que Krhisten la iba a suministrar poco a poco. La denominación del veneno como virus-g y su explicación ha sido toda una revelación, pero no ha continuado aportando el resto. Las conversaciones exteriores se han mantenido en el más estricto secreto.
La captura del ser encapuchado ha aportado tranquilidad. Sin embargo, todavía existe el rumor de que deberíamos entrar entrar en guerra. Si los gull’s son una amenaza, lo sensato sería acabar con ellos. Pero nadie habla al respecto.
Nick me informa de todo cuanto acontece fuera. Parece ser que hay un movimiento revolucionario muy numeroso que está en contra de las decisiones que tomamos. Derriban y saquean cargamentos. Están fuera del regimen impuesto para la supervivencia en los suburbios. Las medidas tomadas han sido las de mandar escoltas a los transportes. Pero aun así, en cuanto se descuida la seguridad, perdemos abastecimientos. Tendremos que tomar medidas más eficaces.
Estamos consiguiendo el objetivo, de restablecer el orden. Darío debe estar tremendamente orgulloso de nosotros.