Tras descansar un par de días, llega el momento de continuar.
-Ahora es el momento de poner en práctica todas vuestras ideas -comienzo a hablar-. ¿Hablasteis de una herrería, de una alfarería…? Adelante.
Algunos hombres se dan por aludidos y comentan posibles posibilidades. Hablan de abrir la herrería, cogiendo materiales de las minas.
-De acuerdo, con todos los que somos estará bien contar con nuestra propia producción. Si queremos hacernos fuertes debe ser así.
La conformidad domina a la muchedumbre.
-Tenemos que llevar cuidado porque la Vieja Guarda ha esclavizado a los supervivientes para la reactivación de minas, para cultivar cosechas nuevas y para la experimentación de los científicos. Si nos descubrieran nos capturarían porque no cuentan con excesiva mano de obra.
-¡Traidores!
Contengo el afán de venganza de mis hombres.
-Los Mártires del Oráculo luchará por evitar estas injusticias, pero no podemos enfrentarnos a la Vieja Guardia. Aunque seamos un grupo numeroso, ellos cuentan con mayores recursos. Nos someterían enseguida. Tenemos que desarrollar una estrategia.
-Tú siempre planeando escaramuzas. -comenta alegremente Helen.