Una vez comunico la nueva misión a la Vieja Guardia delante de todos, continuamos con la reunión.
El siguiente punto del día es la exposición, por parte de Dawn, de un informe elaborado en Tropolis. Algunos detalles de la grabación de Saúl son añadidos para informar al Consejo de las últimas novedades.
Abro la comunicación con Tropolis. La imagen de mi científico más prometedor, aparece en grande.
-Adelante. -le invito a comenzar.
-Necesitamos urgentemente carbón para la ciudad de Carim. La falta de energía aportada por esta ciudad, podría suponer un descomunal desastre. La concentración de veneno en el aire es cada vez mayor, y las cúpulas necesitan mayores cantidades de energía para regenerarlo adecuadamente. La reactivación de las minas debe ser inminente.
-Tenemos ese objetivo en la lista de prioridades. Ahora mismo hemos mandado a la Vieja Guardia para realizar una evaluación de los supervivientes. En cuanto tengamos todos los datos, procederemos.
El silencio manifiesta la importancia de tal asunto.
-Además -prosigue Dawn-, hemos descubierto que el veneno se produce a consecuencia de la respiración gull, por lo que le hemos llamado virus-g. Este virus no ataca al cuerpo, como se podría intuir, pero sí a la mente. Produce locura colectiva, y cuando ésta se desata, el paciente cae fulminado. Mientras la locura controla al infectado, provoca fuertes alucinaciones que derivan en una atroz histeria. Tal tensión en el organismo, acaba contrayendo los nervios, hasta reventar.
Los asistentes asienten. Están sugestionados por el horror de sus palabras.
-Pero… -murmura Jonhy– ¿No descubren secretos durante sus alucinaciones?
Los Importantes se miran entre ellos, curiosos.
-En tal estado de locura no sabemos que pueden percibir, pero creemos que sólo son desvaríos –Dawn se muestra implacable-. Hemos realizado grabaciones sonoras. Podéis juzgar por vosotros mismos…
Los murmullos se reproducen.