Los murmullos recorren la sala. Nadie aporta propuestas interesantes, sólo ideas poco fructuosas. Soy yo el que se levanta para pedir la palabra:
-Tenemos que mandar a la Vieja Guardia para que realice un estudio de la situación en los suburbios. Si las minas están abandonadas, tendrán que ser trabajadores privilegiados quienes reactiven la producción. Si encontramos supervivientes, encarguémosles el trabajo a cambio de tratamientos contra el virus.
Según voy exponiendo mis ideas, los murmullos se escuchan cada vez menos hasta quedar la sala en un silencio absoluto.
-Eso podría funcionar. -afirma Goor.
Todos asienten conformes.
-Esta será la primera medida del Consejo -informa Krhisten-. Además del informe de la Vieja Guardia, voy a solicitar varios informes a Melaniti, sobre las reservas y el tiempo previsto para agotarlas. Tenemos que tener precisión absoluta para realizar nuestro trabajo con el mayor apoyo posible.
-Necesitamos rapidez -vuelvo a intervenir-. El virus avanza sin demora y recuperar la producción es sólo el primer paso para restablecer la normalidad.
Krhisten se levanta de su puesto.
-Voy a informar a Dick, para que reuna a los soldados y partan esta misma tarde. -y abre la comunicación con Clituck.