-Pero… ¿qué es lo que pretenden?
-Hablan de salvar los suburbios, pero dudo mucho que con esos métodos lo logren.
El hogar subterráneo parece bastante acogedor. Hay algo de comida y un lecho formado por hojas y mantas. Aquí podría mantenerse oculto varias semanas, hasta que amaine la tormenta.
-Podéis estar aquí el tiempo que precisen. -propone.
-¡No! Hemos venido para buscar aliados de nuestra causa. Los encontremos o no esta tarde tomaremos el camino de regreso.
-¿Vuestra causa?
-Sí. Nos hemos unido para sobrevivir y protestar al gobierno por su decisión de dejarnos morir.
-¿Y cómo lo vais a hacer? Sólo hay dos opciones: sufrir los efectos del veneno o dejar que nos capturen…
Ante esta revelación, una nueva incognita surge:
-¿Qué les ocurre a aquellos que son capturados?
-Hay rumores de que les dan el elixir de la vida a cambio de unirse a las filas del conde.
Esto supone un nuevo contratiempo. Si hay otro grupo con más recursos que nosotros, buscando vida, posiblemente nosotros no la encontremos. No podremos aumentar demasiado el número del movimiento.
-Tenemos que volver ahora mismo. Esto supone un importante imprevisto.
-¡Contad conmigo! -se anima mi viejo amigo- Aquí sólo podría esperar la muerte.