La chica se sitúa enfrente de mí. La gran mesa, donde estaba sentada, se encuentra llena de platos de comida sólo para ella.
-Yo soy Yasmina, princesa de Frangul -insiste-. ¿Quién eres tú?
-(¡Márchate de ahí!)
-¿Eres una doncella? -mi voz tiembla.
Intento ganar tiempo antes de responder a sus preguntas.
-No. Te he dicho que soy una princesa. ¿Qué estás haciendo aquí?
-(Dile que estás buscando tu despacho, porque eres uno de los nuevos consejeros.)
-Eh… soy nuevo…
Me mira curiosa.
-¡Que extraño! ¿Te has perdido?
-Sí… ¿Dónde está Darío?
-¿Para qué buscas a mi padre? Está en una reunión secreta. Ahora no puede atenderte.
-¿Una reunión secreta? -intento hacerme el sorprendido.
-Sí, eso mismo. ¿Por qué tanto interés en él?
-Tenía que verlo…
-(Ya puedes ir preparando una excusa diplomática -comenta Nick en Pode-. Vamos a tener problemas.)
La niña me observa de arriba a abajo.
-Si quieres te acompaño. Pero no podrás hablar con él hasta más tarde. Si me pillara me reñiría mucho.
-(¡Espera! A lo mejor aún tenemos suerte.)
Accedo, incrédulo. ¿Qué le pasará por la cabeza?
-Hablas poco -me dice-, pero pareces gracioso. ¿Siempre eres así?
-Yo… eh… -balbuceo mientras me coge de la mano y me lleva hacia otra sala.
La puerta se abre con la tarjeta de seguridad de la princesa. La mala suerte me acompaña, porque nos encontramos de frente con un soldado de la Guardia Real.