Una vez observo Frangul desde la lejanía, quedo maravillado por las miles de luces que envuelven la ciudad. Al aproximarme, las rejas se abren automáticamente y el vehículo se introduce en un garaje, a la entrada. Cuando bajo, unos agentes me indican que camino tomar. Salgo por una puerta directamente al Jardín Real. Allí se encuentran todos mis compañeros y amigos. La alegría me invade completamente, no sólo por verlos, sino también por la maravilla que ven mis ojos: la ciudad entera se encuentra bajo una inmensa cúpula. Miles de reflejos preciosos parecen estrellas en un firmamento sellado delante de la imagen de un precioso horizonte azul.
-¡Jonhy! -se acerca Quinn con entusiasmo- ¡Por fin te veo! Como has cambiado. No pareces el mismo. -comenta refiriéndose a mi cuerpo visiblemente más ancho.
Tras él vienen Ryan, Kart y Lucky.
-¿Y eso que no entráis?
-Te estábamos esperando.
-¿Vamos ahora? -pregunto deseando conocer el Castillo Real.
-Antes tendrás que contarnos todo lo que has hecho este tiempo.
-Por supuesto.
Damos una vuelta por el jardín mientras voy contando por encima todo lo que me ha ocurrido, sin entrar en detalles confidenciales. Cuando concluyo, todos me miran con la boca abierta.
-Espero que tengas consideración con nosotros cuando seas el futuro rey.
-¿El futuro rey?
-¡Claro! ¿Cómo sino te iban a aportar tanta preparación?
Y continuamos paseando entre risas.