¿Y ahora cómo vivo? es la nueva poesía que os presento, de nuevo incluida en Magia y alma. Otra poesía escrita en prosa poética, desnudando el corazón, el dolor. Descubre la esencia de mi alma, en emotivas metáforas de mi tormento. Mi sentir de Luna.
¿Y ahora cómo vivo?
¿Y ahora que puedo hacer? Me siento derrotado por no tenerte y sentirte tan hondo. ¿Qué puedo hacer, niña? Tus ojos cautivaron mi visión, tu piel derramó el escalofrío cuando la acaricié y tu voz escampó el secreto de mi melancolía. ¿Qué puedo hacer? Sin ti me consumo. Te quiero, ¿vale? Y no puedo continuar así. Te quiero, pero sólo con sentir que estás alegre me vale, con tenerte a distancia y saber que puedo contar contigo. Te quiero, lo confieso, pero es un suplicio que me ahoga. Y siento que mientras continúes distante no podré superarlo. Siento que mientras no estés feliz conmigo, seguiré muriéndome desde mi amor. Vuelve a mí porque sino habrás matado mis letras, ¿no las lees? Son tristes y no pueden reflejar nada, sólo mi desgarro del alma, mi ausencia de magia. Pero no es lo que quiero transmitir, no es lo que quiero que lean de mí. Por eso salva mi vida y manifiesta el milagro: devuélveme tu simpatía. Sólo así lograré sentirme mejor y aplacar así mi dolor envenenado. Sólo así escribiré lo que se merecen tus ojos. Sino lo haces, ¿cómo podré sobrevivir?
Mis días son largos, tristes cuando pienso en ti. Mis noches son insufribles, condenadas al lamento cuando pienso en mi error. ¿No lo entiendes? Soy imperfecto, más aun sin ti. ¿No crees que haya sufrido suficiente? Admito mi error y te entrego mis disculpas que serán eternas si no las aceptas. Admito mi maldad, que es el fallo que tengo, siempre buscando más… Te entrego mi angustia para que me entiendas: no puedo respirar sin ti. Entiéndeme y sálvame, porque sólo tus palabras pueden juzgar mi corazón. Si no recuperas tu antigua disposición, mi pecho quiebra y el destino mío no será más agradable que el que presente siento. Sino lo haces, habré sucumbido con estas palabras.