De joven sentí enamoramientos profundos por chicas a las que acababa de conocer. Tal vez por mi alma de poeta me veía sumergido en un mundo de pasiones rotas y desencantos, pero ese infierno personal me hizo sentir como nadie y escribir, a mi manera, el mundo tal y como lo veía. Hoy traigo una nueva poesía. Espero que os guste.
Sin ti este mundo no tiene sentido.
Sin ti no podría vivir todo lo que me queda, tengo algo por lo que esperar.
Sin ti tengo miedo, frío, sed.
Miedo a perderte por no estar ahí.
Frío de no estar en tus brazos calmándolo.
Y sed de no beber de tus labios, del néctar dulce que es tu lengua.
Sin ti mi alma se vacía y mis pupilas se humedecen con tu recuerdo.
Sin ti cada minuto que pasa es tiempo perdido, tiempo que no podremos recuperar.
Sin ti las noches son oscuras y las risas no se disfrutan.
Sin ti la luz sólo ilumina la parte del mundo que no quisiera ver, la parte donde tú no estás.
Sin ti no hay nada, las calles se vacían y el silencio se calla.
Sin ti todo lo que alguna vez significó algo, desapareció al conocerte.
Sin ti no soy nada.
La semana que viene traeré otra poesía que escribí en mi juventud. Si recuerdo en qué contexto la escribí también lo contaré. Ya sabéis que soy totalmente transparente… Saludos.