En esta ocasión os traigo un bonita poesía escrita en prosa poética donde desnudo mi corazón y mi alma en un momento duro de mi vida, donde no podía gritar al abismo el secreto de mi sentir. Pues a pesar de ser correspondido, el silencio me absorbe por dentro y como un huracán me consume las entrañas.
Mi destino es la sombra de mi pasado. La rueda gira cruelmente, recobrando las viejas heridas del sufrimiento, al corazón abatido. Sufro la condena de un amor enterrado, atado con cadenas al escozor del recuerdo. Siento la paz y otra vez me entrego al abismo, al vuelo vacío de unas sensaciones arrastradas con el dolor del alma, al silencio. Mis entrañas susurran tu nombre, la noche los escupe, a los mares de amargo sentimiento. Al silencio, me entrego a él, a lo único que puede arrancar, a las alas que tapan mi desnudez literaria, a mi deseo de apartar estas metáforas. Y otra vez me entristezco. Sólo tú, sólo mi lamento para mis adentros. Sólo el silencio para tormento mudo de mi desaliento. Sólo el silencio para hacerme recordar sin palabras a quien estoy entregado. Sólo el silencio para amar en secreto lo que no se puede a voces. Sólo mi silencio.