La reina de mis sueños es otra poesía incluida en mi primer ensayo. Una historia metafórica sobre un desengaño. Derrocha amor, drama y emoción. Prosa poética en estado puro.
La reina de mis suelos
Antes pensaba que te odiaba
y en realidad te quería.
Ahora lo entiendo:
era simplemente amor.
Ahora lo sé
y no me deprimiré más.
Seguirás siendo el sueño
que se convirtió en pesadilla,
en la realidad.
Seguirás siendo el cielo
y dejarás de ser el infierno
que me quemaba.
Cantas en mi corazón,
sueñas en mi alma,
reluces en el firmamento:
brillas en mi interior.
Eres la diosa
que sueña en nubes de almohadas.
Eres la diosa
que quiso tocar el paraíso
cuando ya no era suyo.
Suyo es el cielo,
suyas son las estrellas que la iluminan,
suyo es el país que ama.
Pero en la basura que rechazó
hay algo que desea.
No lo puede conseguir
porque ese algo pertenece a la basura.
Ese algo que ansía entrar en su reino,
pero el destino no está de su lado
esquivando el momento del encuentro.
Cuando tienes todo lo que deseas
no piensas que hay algo
que brilla menos,
que pueda ser deseado como lo que mas.
Te equivocas,
pero no puedes rectificar.
Descubres que has dejado algo
que te podría hacer mas feliz
que todo lo que tienes junto.
Piensas,
y el pensamiento te lleva a lugares
donde las aguas son puntitos luminosos.
Te gusta,
es parte de tu reino.
Te gusta,
es parte de tu reino,
pero no es lo que quieres.
No deseas una vida perfecta
donde lo que tienes
es lo que has dejado de querer
y donde lo que quieres
ahora es lo que no puedes tener.
Cada vez lo que tienes te gusta menos
simplemente por ser perfecto.
Buscas algo donde
un pequeño defecto ilumine una vida.
Pero ya es tarde,
lo que has tirado no lo puedes recuperar
y lo que tienes sigue siendo perfecto.
Te abrí una puerta una vez,
no quise dar portazo,
no lo pude evitar: tú me obligaste.
Ahora te sueño,
sigues siendo la reina de mis sueños,
pero no puedo volver con alguien
que me despreció como a la basura.
Esclarecedor y vertiginoso. Una historia que viví hace años y al recordarla vuelvo a notar el pesar en el corazón. Mucho deleite y nostalgia para desempolvar los sentimientos.