De nuevo los sentimientos cambian y mi alma toma otro rumbo en el devenir de la vida. Los sueños e ilusiones derraman pasión con la fuerza que desgarra el corazón. Luz de esperanza que regresa a a mí, con el rugir de pasiones nuevas, en el horizonte encendido por el arco iris.
Un segundo en mi caminar me dio un nuevo sentimiento que escribir. Las horas pasan con mis dedos aferrados a este «boli» que no deseo soltar, pero que pronto tendré que hacerlo. Tengo tantos placeres que no les doy tiempo a los quehaceres. Tanto que contar que olvido lo que de verdad importa. Pero que se le va a hacer, tanta devoción me satura.
Estoy aquí porque he parado en mi caminar, en ese camino de horrores donde encontré dos miradas que me derrotaron al ver las lágrimas, una aventura tan intensamente placentera como desagradable y un alma que me complementaba perfectamente, aunque sólo resultó ser una trampa para que al dejarme sintiera mas dolor. Tantos momentos desafortunados que no he dado abasto a transmitirlos. Pero eso se acabó. Al parar de caminar he podido pensar por un segundo con claridad. No se trata de mi destino, sino de mis pasos. No hay un cúmulo de acontecimientos para cada uno, sino que según emprendan un camino u otro mejorarán o empeorarán. Nadie lo parece comprender, pero yo estoy a un paso. Tengo la impresión de que se trata de la sucesión de actuaciones, el derroche de unos fragmentos u otros. El que es propenso a enamorarse recibe la etiqueta de enamoradizo, y así funciona con todo. Por eso las máscaras de las personas son de tan diferentes formas. Por eso cada cual es, a los ojos de los demás, como ha enseñado. No importa que deseé ser de otra manera, lo que importa es lo que demuestre en sus actos. Y siempre contando con los factores ajenos a nuestro dominio. Así que, desde hoy mismo trataré de ser mejor persona para que a los ojos de los demás, lo vaya siendo poco a poco. Trataré de ser feliz para enseñar esa etiqueta.
Mi camino, el que he recorrido durante años, viendo una triste mirada que se repitió, un viaje que dividió mis emociones y una Luna que iluminaba mis noches, ha dejado de guiar mis pasos. El nuevo el horizonte se alza, ante mi mirada, por conquistar.