El tiempo se detiene envuelto en el manto del terror. Gritos sordos suenan aquí y allí, condenados al dolor. El miedo se expande mas rápidamente que la plaga que nos asola. El pueblo es un hervidero tras el regreso de la expedición sin comida. La paz a quebrado.
-Estamos atrapados sin comida. ¡Esto es el purgatorio!
Mi corazón golpea aterrado en mi pecho, intentando huir de este infierno. Están todos desesperados, corriendo de un lado para otro, buscando la escasa comida guardada. Los extraños forasteros son bárbaros, no razonan con nosotros. Usan la fuerza para desahogar su impotencia.
-Y llegará el día en que las bestias se levantarán, y a causa de eso el hambre azotará lugar tras otro. Los sueños se volverán pesadillas y no habrá esperanza. La guerra dominara el mundo, y en el cielo imágenes fugaces mostrarán el rostro del mal. La sangre se derramará como lluvia y nadie hablará sensatamente -la mirada de un viejo leyendo el libro sagrado nos asiste-. Cuando estas señales aparezcan, no lo duden: recen con todas sus fuerzas porque habrá llegado el fin del mundo. Pero, ¡no lloren!, porque podrán vivir en un paraíso si descubren el enigma. Los dioses estuvimos aquí hace siglos para la salvación de muchos. Entender el regalo que os ofrecemos, y gozaréis de un hermoso legado. Pero… ¡Ay del que se resista a comprender! porque sufrirá el fin en sus carnes y acabará siendo polvo sobre polvo, en el mar.
Unos cuantos lo rodean, llenos de curiosidad.
-¿Qué estás leyendo?
-El libro más sagrado que existe: El enigma de los dioses. Y os aconsejo que empecéis a rezar, porque os aseguro que estamos en el fin del mundo. Después de este horror, sólo habrá muerte tras muerte hasta que sea consumado el fin.
Las miradas se pierden en el cielo, donde un fugaz relámpago acompaña un estallido. Poco después la lluvia cae. Pero no es sangre lo que traen las nubes, a pesar de su color rojizo, sino agua. Aun así lo tomamos como otra señal del fin, ya que fugazmente se vio la imagen de un látigo azotando los cielos: ¿qué mejor representación del mal?