222 Krhisten

Esto no me gusta. Simón está descuidando demasiado la seguridad. Su único deseo consiste en entrar en guerra cuanto antes. Para ello ha creado una Comisión de Guerra, que consta de los mejores líderes de los ejércitos: Sir, Goor, Dick, Josef… Todos reunidos para decidir la mejor estrategia de combate. Mientras tanto la Vieja Guardia ha abandonado la seguridad. Los Mártires del oráculo campan a sus anchas, conquistando minas y saqueando cargamentos. Pronto volveremos a vernos mermados de recursos. Todo el buen trabajo realizado por el Consejo ha sido echado por tierra. La ciudad experimental también ha quedado terminantemente concluida, sin la ansiada vacuna. El nuevo objetivo tiene prioridad absoluta.

Uno de los beneficios aportados por este cambio tan radical, ha sido que Pode, después de haber sido descubierto espiando al rey, no han tomado medidas oportunas. Pode supone un gran apoyo para nosotros, de desmantelarse el centro de espionaje, quedaríamos seriamente tocados. Tropolis y Elfas no se han venido abajo con el nuevo gobierno, y esperan impacientes su oportunidad. Debíamos haber sido la potencia dominante, pero los planes se han torcido. Aun así contamos con una fuerte oposición, que será destapada en cuanto observemos cualquier incidencia de Frangul.

Por lo pronto, abandonar la seguridad promete inundar de críticas al nuevo rey. Nosotros contábamos con los caballeros de Alan y la Vieja Guardia, pero ambas legiones han sido disueltas, por lo que no podemos garantizar la seguridad. Sí contamos con buenas ideas para solucionar el caos establecido con esta improvisada guerra. Tendremos que esperar a contar con más apoyos, que pienso conseguir formando una Liga anti-tiranía.

Continúa leyendo 223 Sir; la primera crónica, o visita el índice de Los reinos del sur,
la primera novela de la trilogía, El enigma de los dioses.
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