Una vez tratamos nuestra decisión frente a todos los miembros del movimiento, la mayoría decide apoyarnos completamente.
-Tenemos que aumentar los efectivos con los que contamos. -propone un hombre.
Uno de los métodos para ello sería rescatar a los esclavos de la ciudad experimental. Aunque se encuentra bajo una intensa vigilancia, nosotros somos muchos, y de conseguirlo aumentaríamos nuestro grupo en unos miles más.
-También podríamos robar todas las armas posibles. La Vieja Guardia se divide en patrullas poco numerosas. Podríamos atacarlas y desarmarlas.
Otra buena idea. Cuando lleguen los escuadrones de Maguiltor, las armas de largo alcance supondrían mayor ventaja que las espadas.
-Tendremos que crear un emblema que nos represente. Si formamos un gran ejército y nos imponemos, pero no saben que somos nosotros, pocos favores nos devolverán.
-Tiene razón. Para ello el telar construido para la fabricación propia de indumentaria, podría dedicarse unos días a crear banderas.
Algunas propuestas más surgen, pero las descarto.
-Bien -concluyo la exposición de ideas-, con estas tres tendremos suficientes. Helen, tú te encargarás de dirigir la fabricación del emblema. Efrén y Ariel, vosotros conseguir armas. Podéis llevaros a la mitad de los hombres -todos ellos con los caballos, armaduras y espadas correspondientes-. Yo me llevaré a la otra mitad hacia Tropolis.
El grupo dedicado a la seguridad se mantendrá en sus posiciones. Las mujeres, en su mayoría, se encargan de tejer y pueden ser vulnerables sin nosotros. Por ello, si son avisadas, como siempre, de que se aproximan soldados, tendrán tiempo suficiente para ocultarse y no sufrirán perdidas.
-Comencemos con los preparativos.