Una vez me encuentro en la tercera planta del castillo, me dirijo según las instrucciones de Nick, hacia un salón cuya puerta se encuentra inmediatamente pegada a la sala del ascensor. Cuenta con nivel de seguridad 4… y se vuelve a abrir automáticamente según me acerco.
-(Bien Jonhy -habla Nick-. Ahora lo más importante: cruza el salón por debajo de la gran mesa para evitar la visión de las cámaras.)
Así lo hago. Una vez entro, me agacho, y avanzo en cuclillas por debajo de una gigantesca mesa con un mantel rojo.
-(¿Puedes inhabilitar la cámara de la puerta para la siguiente sala? -le pregunta Nick a Matt.)
Tarda unos segundos en responder. Tiempo suficiente para recorrer más de la mitad de la sala y continúo avanzado.
-(Estoy en ello. ¡Ya está! -pero su expresión cambia- ¡Maldita sea! ¡Hay alguien ahí! -su voz se deforma víctima de los nervios- Retrocede, Jonhy. ¡Inmediatamente!)
Pero ya es demasiado tarde porque por debajo de la mesa observo unas piernas pequeñas, tan delicadas como las de las niñas de la fiesta. La curiosidad me invade y no me resisto a asomarme por un lado de la mesa. Una delicada figura, con un precioso rostro, con unos ojos dulces… me devuelve la mirada. Siento una fuerte atracción, al igual que sentí en la fiesta, pero esta vez no retrocedo… El primer impulso me lleva a aproximarme a ella.
-(¿Qué haces? ¡Aborta la misión!)
Es… increíble. Al verla de cerca descubro una perfección que jamás imaginé. Su piel brilla de belleza. Su presencia me embriaga. Su pelo rubio cae en mágicas trenzas… Tan delicada toda ella… ¡Es lo más bonito que he visto en mi vida!
-¿Quién eres tú? -me pregunta con una maravillosa voz.
