130 Kerwin

Ya por la tarde, mientras Efrén sale a buscar a los vecinos y amigos supervivientes, decidimos practicar una sesión de clarividencia. La pesadilla de anoche me ha dejado seriamente preocupado. Agnes nos acompaña. La extraña pareja ha tomado las ampollas. En un principio se negaron porque se consideraban demasiado viejos como para malgastar medicamentos en ellos, pero desistieron cuando aseguramos que podíamos conseguir más. Ahora, la mujer insiste en participar en la sesión para sentirse útil. Desde que se enteró de lo que pretendíamos no ha dejado de apoyarnos.

-Bien, concentrar todos vuestros pensamientos en lo ocurrido con Simón. Creo que está relacionado con el peligro que sufrimos.

Así lo hacemos. Cerramos los ojos y nos cogemos de las manos. La energía fluye de cuerpo a cuerpo, abriendo un canal capaz de absorver mayor señal de recepción. Las imagenes comienzan a reproducirse, una tras otra, a una velocidad imperceptible, hasta sumergirnos en el pasado. Simón estaba acorralado entre el ogro y la pared. Entonces, el sonido aterrador de la voz del misterioso ser espanta al ogro y duerme a los humanos presentes. Coge a Simón, lo echa sobre su hombro y se marcha, hacia el Reino de Frangul… a las mazmorras del Castillo Real. Tiene su guarida en los pasadizos subterráneos, justo debajo de Darío. Aguarda, paciente, su turno en los acontecimientos…

¿Por qué secuestró a Simón? El ser encapuchado es un espíritu errante, convocado por un representante de un dios olvidado, para ayudarle a sellar el cambio del destino. Mediante un falso cumplimiento de una profecía, se hará con el control del gobierno para culminar con su plan. Simón es crucial para satisfacer las intenciones de su amo.

Pero… un momento. Algo ha salido mal. Cuando desató la catástrofe, no contaba con que un grupo consiguiera utilizar el virus para encontrar la salvación. Nosotros… nosotros somos el único cabo suelto de su perfecto plan. Mediante el método que utilizamos para abordar la lucidez sin sufrir daños físicos, hemos descubierto sus intenciones y tenemos la posibilidad de revelarlas, destapando el engaño… En un principio contaba con que la Vieja Guardia nos atrapara y nos tomara por locos, pero ahora que ha desistido, no puede permitir que nuestros conocimientos aumenten y ha ordenado al ser encapuchado acabar con nosotros. El espíritu ha dejado a Simón en las mazmorras, con uno de los hombres de confianza del mismísimo Darío controlando al importante prisionero, y ha salido en nuestra búsqueda. Tardará días en llegar, pero cuando lo haga no fallará en su misión.

-¿Qué? -grita Helen desconcertada.

-¡Lo sabía! -exclamo aterrado- Nos persigue. ¡Somos un peligro para su amo!

Continúa leyendo 131 Jonhy; la primera crónica, o visita el índice de Los reinos del sur,
la primera novela de la trilogía, El enigma de los dioses.
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