Cuando bajamos a los comedores del primer sótano nos encontramos un suculento banquete. Una gran mesa es desbordada por alimentos de todas clases, todos aquellos que he probado ya en Priedni, junto a algunos más que ni sabía de su existencia.
-¡Que maravilla!
-Esta es la comida habitual de los señores. Lamentablemente atravesamos un período de crisis y pocos excesos nos podemos permitir. Sin embargo hoy hemos creído oportuno servir tal manjar, dada la importancia de la reunión.
Comemos en silencio. Frente a mí se ha sentado Saúl, quien no me quita ojo. A mi izquierda se encuentra Nick, también están Alan y Matt, el resto de personas supongo que serán miembros del equipo médico.
Cada bocado que me llevo a la boca tiene un sabor diferente y exquisito. ¿Será posible que los mismos cocineros de Tatensul elaboren comidas tan diferentes?
Al finalizar, algunos se marchan a sus respectivos lugares de trabajo. Poco a poco el número de personas de la sala se va reduciendo, hasta acabar en una presencia selecta. La sobremesa será intensa, creo adivinar al descubrir la concentración de los rostros. Este es el momento en el que Saúl decide a hablar:
-Creo saber por qué Sir te ha realizado una propuesta tan suculenta.
Me inclino hacia delante para mostrar mi atención.
-Veras. El protocolo marca las pautas a seguir cuando ocurra la muerte del rey. Todos sabemos que está próxima, aunque ninguno lo digamos abiertamente. Después del debido funeral, habrá siete días de campaña. Un señor será coronado nuevo rey. Pero, sólo tienen derecho a voto los miembros de El Gran Consejo de los Importantes. Hasta hace poco Sir tenía una situación muy favorable. Contaba con tres de los siete votos posibles, incluyendo el suyo. Sin embargo, la filtración del encapuchado por su frontera lo va a excluir del Consejo, despojándolo así de uno de los votos que tenía asegurados. Aun así contaría con más ventaja que el otro candidato, Krhisten. Pero no está dispuesto a arriesgar el trono. Ha emprendido la estrategia de elevarte a Importante para el próximo año, cuando él será relevado. Si le sale bien la jugada, habrá ganado tu simpatía para entonces, lo que significaría no perder votos sobrellevando una situación complicada.
-Comprendo. Está deseando alcanzar el poder. ¿Sabéis que planes pude tener?
-Creemos que su voluntad es entrar en guerra. Está convencido de que las dos razas del norte desean la venganza por su destierro y ahora que se han debilitado mutuamente es el momento de atacar.
-¿Y vosotros que pensáis?
-¿Nosotros? -considera un segundo las palabras- Nosotros no tenemos derecho a pensar. Nos han excluido de sus decisiones.
-¿¡Cómo!? -mi sorpresa es inmensa.
-Nos están ocultando información.