Cuando terminamos de cenar, charlamos amistosamente, hasta que comienzan a llamar licenciados para la reunión con el rey. Curiosamente, yo soy el primero.
Un soldado me escolta hasta otro salón, donde Darío me espera sentado en su trono. Contemplo una figura encorvada, con el rostro sometido a grandes arrugas y pelo blanco como la nieve. Sus ojos reflejan un gran poder que se consume.
-Bien, hijo. ¿Qué planes tienes para el futuro?
-Este año he recibido una educación avanzada en Priedni, a cargo de Jean y me he adiestrado en Rasel, a cargo de Sir. Me he preparado duramente para aportar mi ayuda a El Gran Consejo de los Importantes.
-¡Excelente! ¿Así que tú eres el famoso Jonhy? -se alegra al reconocer al chico del que tan bien le han hablado- Tienes tu puesto en el Consejo. Acabamos de completar la reorganización y tú figuras entre sus miembros para el próximo año. Te he llamado el primero, para que dispongas de tiempo suficiente para conocer a los señores.
-Será un gran honor para mí…
-No alagues tu categoría -habla haciendo gestos de negación-, responde aportando soluciones eficaces.
-Muy bien.
-Por último -pronuncia mostrando una tarjeta- te voy entregar esta tarjeta de nivel 4, como corresponde a cualquier Importante. Podrás viajar libremente por los reinos, cruzar todas las puertas que desees, excepto algunas de este castillo a las que sólo yo tengo acceso -y concluye entregándomela-. Ahora, tu escolta te llevara junto a los señores.